Promover el espíritu emprendedor a través de la formación tecnológica

20.10.2014

Este modelo educativo se centra en los alumnos de secundaria para motivar y promover la emprendeduría social a través de la tecnología. Apps for Good nació en el Brasil y ha sido desarrollado sobre todo en el Reino Unido.

El modelo es muy sencillo y, a la vez muy potente: los jóvenes de la clase tienen que identificar problemas de su entorno y plantear una solución a través del desarrollo de una aplicación para el móvil. Con la ayuda de los profesores y de voluntarios corporativos, los alumnos diseñan y desarrollan las aplicaciones que creen que pueden mejorar la vida de la gente cercana o del barrio.

Desde el lanzamiento de esta iniciativa en las escuelas, su crecimiento ha sido exponencial. Muchas de las aplicaciones están disponibles a la Apple Store o en Google Play. Destaca un dato interesante: el 41% de los participantes son chicas, mientras que la media de mujeres en las profesiones de este sector es del 17%.

Este modelo inspiró los inicios de un programa promovido por el Mobile World Capital Barcelona, donde participan GSMA, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona. El programa mSchools se ha ido enriquecido con varias actuaciones, entre ellas, la asignatura optativa “Movilizamos la informática” en 4º de ESO para 200 centros escolares de Cataluña y que presenta un éxito de participación con 6.000 alumnos.

Durante el acto "Barcelona impulsa la innovación social", organizado por el Ayuntamiento de Barcelona, la profesora Marjo Fernández, del Instituto Príncipe de Viana, compartió su experiencia con la asignatura. Jordi Baldrich, subdirector general de gestión de servicios de la comunidad del Departamento de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña, recibió el reconocimiento "Impulsores de la innovación social", en nombre de las organizaciones que promueven el programa mSchools.

  • ¿Qué ejes habéis trabajado para conseguir movoilizar a los actores clave?

Podemos decir que hemos trabajado en tres ejes. En en cuanto al profesorado, hemos trabajado la formación, porque es esencial para poder contar con el entusiasmo de los docentes. En en cuanto a la bolsa de expertos que participan como asesores voluntarios del programa, su implicación ha sido básica para dar, por un lado, seguridad al profesorado y, por el otro, profesionalidad al alumnado. Y en cuanto al alumnado, el trabajo en grupo. Claramente el aprendizaje lo guían ellos y no el profesorado. El triángulo profesor/a-experto/a-alumno/a es necesario en la docencia de todas las materias, pero no siempre se puede poner en práctica. En este sentido, el programa mSchools ofrece una bolsa de expertos/se y una plataforma que permite contactar con un perfil el más adecuado posible. Podemos decir que se generan las siguientes sinergias: 
Profesor/a- experto/a: enriquecimiento mutuo. El docente necesita saber del mundo profesional, y la persona experta conoce de primera mano el trabajo con el alumnado de 15-16 años. 
Experto/a- alumno/a: el alumno/a tiene relación con el mundo profesional, que sus ideas e inquietudes son escuchadas.
El experto/a recoge en el terreno del alumno/a, y esto es muy importante, lo que piensa, lo que necesita. 

  • ¿Qué impacto se está consiguiendo en las escuelas? 

La palabra clave sería "ilusión". Dicho por los propios alumnos “a las y media no quería marchar de clase y estaba emocionada con mis apps”. Desde el momento que la asignatura tiene una finalidad útil, concreta, cotidiana, es muy atractiva. Al trabajar por proyectos, el hilo conductor es muy claro.

  • ¿Qué otras actuaciones tenéis previstas para enriquecer el programa mSchools?

Hay entusiasmo. Ante el éxito de la primera edición, el alumnado quiere desde el primer día trabajar. Respecto al curso pasado, nos planteamos mejorar el bloque de emprendimiento. En general, me consta que está previsto iniciar el piloto en el ciclo formativo de grado medio, que implicaría más de 500 alumnos.