En el complejo tapiz de las sociedades humanas, los sistemas juegan un papel fundamental en la configuración de nuestras vidas. Desde la educación y la salud hasta el empleo y el bienestar social, los sistemas son los marcos subyacentes desde los que se rigen nuestras interacciones y progreso. Pero, ¿y si te dijéramos que la clave para desbloquear su verdadero potencial no radica en revisar cada elemento sino en redefinir su propósito? Como dijo una vez sabiamente Donella H. Meadows: "Un cambio en el propósito cambia profundamente un sistema, incluso si todos los elementos e interconexiones siguen siendo los mismos". Sin embargo, poner este concepto en práctica no es tarea fácil, ya que requiere desafiar el status quo y reimaginar los objetivos fundamentales de los sistemas establecidos.
La iniciativa SIBs.Co: el cambio de narrativa
Un ejemplo concreto del potencial de cambiar el propósito de un sistema radica en la iniciativa de Bonos de Impacto Social en Colombia, conocida como SIBs.Co y liderada por SECO, BID Lab y Fundación Corona. Este innovador programa se centró en la colocación y la retención de empleo para las poblaciones vulnerables. Antes de la creación de SIBs.Co, el sistema de empleo en el país estaba impulsado por dos ambiciones principales: aumentar la cobertura de servicios (principalmente servicios de formación) y mejorar la empleabilidad (hacer que las personas sean más empleables). Si bien estos objetivos tienen efectos positivos, no alcanzan a abordar el problema central que enfrentan las poblaciones vulnerables: la necesidad de obtener y conservar un trabajo estable.
En el transcurso de siete años, la iniciativa SIBs.Co logró cambiar la narrativa y los objetivos del sistema de empleo en Colombia. El nuevo objetivo se centró en permitir que las poblaciones vulnerables no solo aseguren el empleo sino que también lo conserven. Este cambio sutil en el propósito está teniendo un efecto profundo en la forma en que opera el sistema. Ahora el sistema se pregunta donde va perdiendo a personas durante el camino hacia la retención del empleo. Las instituciones públicas, las ONG, los financiadores y las organizaciones internacionales han comenzado a evaluar sus acciones e impacto en función de este objetivo más ambicioso. Aunque las relaciones de poder se mantuvieron prácticamente iguales y los flujos de recursos no cambiaron significativamente, el sistema ahora se mide a sí mismo con resultados más sustanciales y relevantes.
Lecciones aprendidas y el camino a seguir
La lección más valiosa aprendida de la iniciativa SIBs.Co es que se puede lograr cambiar el propósito de un sistema buscando resultados más sustanciales y relevantes. En el ámbito del empleo, el cambio de enfoque de la mera empleabilidad a la retención ilustró el impacto positivo que tal cambio puede tener en la vida de las poblaciones vulnerables. Este efecto transformador no se limita únicamente al empleo. En educación, estamos presenciando cambios notables cuando el propósito es crear mejores oportunidades de vida y fomentar las habilidades de resolución de problemas entre los estudiantes. De manera similar, el sector de la salud ha visto mejoras notables cuando el propósito cambia hacia la prevención y la mitigación, y hacia una integración de los servicios de salud dentro de la comunidad, en lugar de centrarse únicamente en las emergencias y en el desarrollo tecnológico. El propósito crea un marco para pensar sobre cómo debería funcionar un sistema para lograr los resultados que busca.
El desafío por delante
Mientras celebramos los éxitos de iniciativas como SIBs.Co y somos testigos del potencial transformador de cambiar los propósitos del sistema, debemos reflexionar sobre una pregunta crucial: ¿Qué mejores objetivos existen para mejorar los sistemas clave? Al reevaluar los objetivos de educación, salud, protección ambiental, erradicación de la pobreza y más, podemos desbloquear nuevas capacidades y nuevas vías para abordar algunos de nuestros perversos problemas sociales. ¿Y qué otras formas existen para cambiar el propósito de un sistema?