¿Cómo contribuir al éxito educativo?

Las fórmulas organizativas y pedagógicas imperantes no están garantizando el acceso de todas las personas a una educación de calidad, abocando a un considerable sector de la población al riesgo de exclusión social.

El alcance actual del fracaso escolar, 24,9% de media estatal en el curso 2010-2011, impone la necesidad de buscar innovaciones educativas que respondan a estos focos de interés prioritarios:

• Modelos pedagógicos basados en las competencias del Siglo XXI como la resolución de problemas, el pensamiento crítico o el aprendizaje explorativo y colaborativo de forma continuada.
• Integración de entornos (formal, no formal e informal) y agentes educativos (familia, escuela, comunidad social…) para desarrollar el aprendizaje más allá del aula. 
• Apoyo a los sectores más vulnerables al riesgo de fracaso escolar, como niños/as y adolescentes de familias con escaso capital social, económico y cultural; o población escolar con trastornos de aprendizaje.
• Implicación en el proceso de aprendizaje, a través de actividades educativas motivadores que generen un vínculo positivo con el ámbito formativo.
• Promoción de la permanencia, el retorno y la transición educativa, sobre todo en relación al abandono escolar temprano. 

También destacamos dos premisas a tener en cuenta para valorar las iniciativas que buscamos:  

1. Son más eficientes aquellas propuestas que estén relacionadas, que fortalezcan o complementen la tarea escolar y familiar.
2. Tienen un impacto más sostenible y estructural aquellas iniciativas que impliquen e integren los diferentes ámbitos y agentes educativos, generando ecosistemas de aprendizaje.