El problema de enseñar a una persona a pescar o por qué necesitamos pensar en sistemas

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10.03.2023

Autor: Miquel de Paladella.

“Dale un pez a una persona y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”. Este proverbio chino es bien conocido e intenta ilustrar la necesidad de invertir en educación como herramienta contra la pobreza, frente a la tentación asistencialista. La idea es bonita por lo simple y lo clara que es. El problema es que no es útil. 

Uno podria decidir enseñar a alguien a pescar, pero esta decisión asumiría muchas cosas que podrian no ser necesariamente ciertas. Asumiría que que la persona no sabe pescar y por eso no pesca; que hay peces en el río o el mar; que los peces que puede pescar son buenos; que podrá vender esos peces en un mercado cercano y venderlo a un precio que cubra sus gastos y genere un excedente para vivir; que la legislación local le permitirá pescar allí donde está y vender lo que pesca; que no hay granjas de peces por la zona que vendan pescado mucho más barato porque es más barato producirlos; que el mercado aprecie y pague el coste extra del pescado artesanal; que tenga acceso a crédito para comprar los instrumentos y los cebos necesarios para pescar, mantenerlo y vender; que estará siempre sano para poder ir cada día a pescar y a vender; que la persona quiera dedicarse a la pesca; etc. Ah, y que todo esto no cambie (algo que sabemos imposible). 

Hay tantos factores a tener en cuenta, que enseñar a pescar con toda la buena intención del mundo, puede ser fútil, o peor aún, contraproducente. 

Las intervenciones que hacen que la persona consiga salir de la pobreza, sepa adaptarse a condiciones cambiantes, sea resiliente ante tanta incertidumbre y encuentre un contexto favorable a su actividad económica, requieren de una comprensión profunda del panorama general, por ejemplo, de los diferentes componentes del sistema y sus relaciones a las que necesitan responder y afectar.

Este pensamiento de “panorama general” también se llama “systems thinking” o pensamiento sistémico.

La mayoría de nosotros hemos aprendido y pensamos en marcos lógicos. Por eso hacemos planes con metas claras y actividades que generarán unos resultados esperados. Entendemos instintivamente que casi todo se puede planificar mediante la comprensión de las causas y efectos lineales. Para problemas con altos niveles de certeza, este enfoque es muy útil. Pero la realidad hoy en día, y más aún desde la pandemia, es otra. 

La incertidumbre y la complejidad es tal que predecir el futuro hoy en día es casi imposible. Lo que podemos hacer es analizar de forma sistémica por qué pasan las cosas, y así ser algo más eficientes generando cambios. Podemos entender cómo funciona un sistema, por qué genera esos problemas, con qué propósito fue creado, qué relaciones de poder ha tejido, cómo circulan los recursos... Solo así podremos empezar a acercarnos a resolver problemas sociales y ambientales. Esta es mi obsesión desde hace algunos años, desde que empezamos a ver en UpSocial que algunas intervenciones maravillosas no nos daban los resultados esperados. 

No cuestiono que quizás sea necesario enseñar a personas a pescar. Solo creo que, previamente, deberíamos intentar entender la complejidad de su sistema de subsistencia, e identificar la intervención (o el mix de intervenciones) que mejores oportunidades creen.